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Dignidad, ante el Día Mundial de la Salud Mental

Lunes, 5 de octubre de 2015

Cerca de un tercio de la población adulta y el 20% de los niños y adolescentes sufre algún tipo de trastorno mental. La Organización Mundial de la Salud calcula que, para el año 2020, de las diez enfermedades que mayor discapacidad producirán, cinco serán trastornos mentales. Miles de personas con enfermedades mentales en todo el mundo se ven privados de sus derechos fundamentales. No solo se les discrimina, señala y margina, sino que son objeto de abuso emocional y físico, tanto en centros de atención a la salud mental como en la comunidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La escasa calidad de la atención a estas personas debido a la falta de profesionales con formación adecuada y a los pocos recursos en algunos centros empeora estas situaciones.

Este año, el lema del Día de la Salud Mental (10 de octubre) es “Dignidad en la salud mental”. La OMS va a informar sobre qué puede hacerse para garantizar a las personas con condiciones mentales puedan vivir con dignidad, proteger sus derechos, formación de los profesionales sanitarios, respeto al consentimiento informado para el tratamiento, inclusión en los procesos de adopción de decisiones y campañas de información al público en general.

Cómo proteger los derechos y la dignidad de los pacientes

En los sistemas sanitarios hay que conseguir mayor apoyo y atención a las personas con enfermedades mentales:

·  Proporcionando servicios basados en la comunidad, incluyendo un abordaje orientado a la recuperación que inspire esperanza y apoye a las personas a lograr sus objetivos y aspiraciones.

·  Respetando la autonomía de las personas, incluyendo su derecho a adoptar sus propias decisiones sobre su tratamiento y atención médica.

·  Garantizando el acceso a atención de calidad que proteja los derechos humanos, responda a las necesidades de los individuos y respete sus valores, elecciones y preferencias.

En la comunidad es necesario:

·  Apoyar a las personas con enfermedades mentales para que participen en la vida de la comunidad y reconocer el valor de su contribución.

En España, el ministro de Salud Alfonso Alonso defendía recientemente la plena integración de los pacientes con trastornos psiquiátricos, y reconocía que los trastornos mentales y neurológicos constituyen uno de los mayores retos en la atención sanitaria del siglo XXI para Europa.

Alonso ha señalado que la nueva Estrategia en Salud Mental del ministerio pondrá especial énfasis en las intervenciones en promoción y prevención, la adecuada atención del paciente y su familia y el abordaje sociosanitario de la salud mental.

Asimismo, ha abogado por prestar especial atención a los menores. El 50% de los trastornos psiquiátricos graves comienza, como promedio, a los 14 años de edad, de ahí la necesidad de actuar en fases tempranas. El ministro también ha defendido la necesidad de mejorar la calidad de vida de los pacientes. En el caso concreto de los pacientes psiquiátricos, esta mejora pasa por una mayor autonomía y por un refuerzo de los derechos del paciente que permita erradicar el estigma que en ocasiones llevan asociado estos trastornos y lograr su plena integración.